MASCARADE
exposición individual de Adèle Aproh
21.12.24 - 20.2.24
SOBRE LA EXPOSICIÓN
El análisis de la complejidad de la identidad humana y su relación con lo social, lo cultural y lo simbólico se sitúa en el centro del trabajo de Adèle Aproh. En estas obras, la máscara se erige como un medio para articular diversas lecturas: un dispositivo que simultáneamente oculta y revela, que conecta con lo colectivo y aísla lo individual, y que conforma nuevas identidades a la vez que las diluye. Lejos de ser un núcleo inamovible, la identidad es una construcción en constante evolución, un terreno negociado donde coexisten lo impuesto y lo elegido. Partiendo de estos planteamientos entre lo auténtico y lo superficial, Aproh pone sobre la mesa preguntas fundamentales acerca de la naturaleza misma del ser, y de las narrativas que definen lo individual y lo colectivo.
En una de sus múltiples dimensiones simbólicas, la máscara no sólo actúa como escudo protector frente al juicio externo sino que exime a su portador de responsabilizarse de sus comportamientos sociales. Inspirándose en James Ensor y la profunda crítica social que define el trabajo del artista belga, Adèle Aproh despliega en sus dibujos una sátira visual donde los personajes, vestidos con telas extravagantes de motivos circenses, se pierden detrás de sus propias máscaras, mostradas como la fachada que se elige para presentarse en sociedad. Los rostros inmutables y carentes de expresión de las idénticas protagonistas se funden con sus disfraces e imposibilitan descifrar sus emociones.
El uso de la máscara en Aproh no se limita a su dimensión simbólica o crítica sino que se extiende al ámbito de lo físico. El vestuario se entiende como una continuación de la máscara, una segunda piel que, al igual que esta, juega con la identidad que se elige adoptar. Inspirada en los archivos de moda, el ballet o el teatro Noh japonés, Adèle Aproh alude a la vestimenta como campo de experimentación para transformar o expandir la identidad. Toda una superposición de personalidades que sugiere que el “yo” se compone de una multiplicidad de capas en constante metamorfosis.
Algunas visibles, otras no, Adèle Aproh nos recuerda que todos portamos máscaras, invitándonos a contemplarla no como una barrera, sino como un espejo que refleja nuestra propia identidad, así como nuestros temores y aspiraciones.
Texto de Manuela Medina
SOBRE LA ARTISTA
Nacida en 1996, Adèle Aproh vive y trabaja en París, Francia.
Capa a capa, la artista moviliza un léxico visual único para crear mundos fantásticos y ficticios. Sus dibujos, elaborados con maestría a base de lápices de color y pastel, narran historias dentro de historias, desplegando un universo complejo lleno de simbolismo y referencias culturales diversas. La artista aborda temas como la identidad, la uniformidad y las jerarquías sociales y laborales con una absurdidad surrealista.
En su obra, la artista explora la construcción de la identidad en base a códigos sociales como la estandarización de la vestimenta, los peinados y rasgos faciales, pero también mediante las acciones de sus protagonistas.
Inspirándose en sus experiencias, Aproh conforma su propio repertorio visual para reflexionar acerca de su cultura y entorno. Asimismo, frecuenta la biblioteca local dedicada a la historia de la moda y hojea libros que ilustran los diseños de archivo de Issey Miyake y Kenzo; durante los bloqueos creativos, encuentra serenidad e inspiración en los personajes de Miyazaki.
Entretejiendo, trazo a trazo, una red diversa de referencias personales y culturales, Aproh narra una historia de múltiples capas sobre la identidad y la inclusión.
